Pensar en una Inteligencia Artificial explicable y responsable

En Order Tech Latam entendemos que el desarrollo humano se puede servir de la Inteligencia Artificial (IA) con conciencia, responsabilidad y objetivos que permitan crear condiciones de vida digna para los más de 8 mil millones de personas que habitamos el planeta. Hoy asistimos al desarrollo emergente de una tecnología de gran potencia, que como todas las cosas nuevas genera ciertos miedos y donde una buena información puede ayudar a disipar dudas.

Apoyados en el artículo “Ideas for Change: La Inteligencia Artificial, la más humana de las inteligencias” la Inteligencia Artificial puede presentar usos más o menos éticos, con mayor o menor riesgo, y el reto actualmente es encontrar aquella delimitación en sus usos que nos permita aprovecharnos de todos sus beneficios sin impactarnos con riesgos o perjuicios.

Si nos remontamos en la historia, el fuego o el cuchillo son tecnologías que cuando aparecen cambian radicalmente la historia de la humanidad. Ambas, al igual que la Inteligencia Artificial, tienen dos caras. El fuego nos permitió calentarnos y superar las heladas, y también cocinar, pero si no se toman las precauciones necesarias puede causar quemaduras e incendios que pueden acabar en grandes desastres naturales.

El cuchillo permitió nuevas manipulaciones de alimentos y dar forma a nuevas herramientas contribuyendo al desarrollo de la civilización, pero también sirve para agredir a personas, prueba de ello es que en todas las culturas hemos desarrollado normas que penalizan los usos indeseables de estas tecnologías. Sin embargo, a pesar de esos riesgos a  nadie se le ocurre prohibir la fabricación y uso de cuchillos por protegernos de sus peligros y riesgos. Y esto es precisamente lo que debería ocurrir también con la Inteligencia Artificial, se trata más bien, de identificar los riesgos y regular sus usos para permitir un desarrollo beneficioso para todos.


La Inteligencia Artificial es una tecnología creada por los humanos y por ello recoge muchas de las características de nuestra especie, entre ellas, la posibilidad de equivocarse. Puede tener prejuicios y preferencias cuando se entrena con datos sesgados o sus creadores definen criterios que no son equitativos y ello puede contribuir a incrementar las desigualdades sociales o las injusticias.

Por esta razón es fundamental refinar las metodologías de construcción de datos de entrenamiento, de diseño de los algoritmos y de validación de los mismos para que garanticen una IA sólida y confiable, así como desarrollar un marco normativo y legal que acompañe al usuario, la empresa y la comunidad con seguridad.

Nuestro reto colectivo es ahora la vida. Se trata de cómo generar condiciones de vida digna para los 8.000 millones de personas que habitamos el planeta, y cómo hacerlo sin que nuestra supervivencia amenace la cantidad, calidad y diversidad de la vida de los otros seres vivos o de las generaciones futuras.

Creemos en un nuevo concepto conocido como IA explicable, una rama que busca que los algoritmos deben ser capaces de explicar o argumentar por qué realizan cierta recomendación y no otra o por qué elaboran cierta predicción. También creemos que es posible formular un nuevo marco para el desarrollo de la Inteligencia Artificial al servicio de la vida si combinamos cuatro ámbitos de actuación interdependientes: el tecnológico, el metodológico, el jurídico y la gobernanza.

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